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American Staffordshire terrier - Una raza que no deja indiferente a nadie

American Staffordshire terrier - Una raza que no deja indiferente a nadie

Lobo Azul |

El American Staffordshire terrier es una raza que no deja indiferente a nadie. Los que conviven con uno de ellos adoran a estos perros, mientras que otros se cruzan de acera cuando lo ven pasar.

  • Peso: de 25 a 30 kilos
  • Tipo de pelo: muy corto y liso
  • Carácter: equilibrado y sociable
  • Salud: buena, con tendencia a varias enfermedades genéticas
  • Esperanza de vida: entre 12 y 14 años

Orígenes

Aunque el American Staffordshire terrier es una raza de que se creó en los Estados Unidos, lo cierto es que su origen está muy lejos, en concreto en Inglaterra.

En este país eran muy populares unos “deportes” que consistían en acosar toros y osos. En 1835 se prohíben, pero se siguen permitiendo las peleas de perros, por lo que el tipo de perro debe cambiar.

Se buscan animales más grandes, así que cruzando el Bulldog Inglés antiguo (que no tiene nada que ver con el actual) y el Terrier Inglés antiguo surge el Bull and Terrier. Esta raza está extinta y no hay que confundirla con el Bull Terrier que tenemos ahora.

Este Bull and Terrier llega a los Estados Unidos en ese mismo siglo XIX y allí siguió su selección. Esta iba destinada a que los ejemplares fuesen más grandes y el resultado fue el nacimiento del American Pit Bull Terrier.

La raza fue ya reconocida en 1898 por el United Kennel Club, ganando una gran popularidad en muy poco tiempo.

Pese a que se seleccionaba para las peleas, lo cierto es que pronto se dedicó a guardar casas, ganado, etc., y en el American Kennel Club se les ocurre poner Staffordshire Terrier a algunas cepas de la raza.

Parece que la idea era rendir honores a la provincia en donde este perro se originó, seleccionando ejemplares de las líneas de linajes de Colby y Corvino, que eran de las mejores en los American Pitbull Terrier.

De esta manera surge el American Staffordshire terrier, seleccionando los ejemplares de Pitbulls más representativos.

A partir de ahí, la raza surca una enorme travesía que termina en 1972, cuando la Federación Cinológica Internacional la admite.

Características principales del American Staffordshire terrier

Al American Staffordshire terrier se le reconoce enseguida, aunque no sepamos de perros, ya que tiene un cuerpo rechoncho y muy musculoso. Eso no le resta agilidad, pues puede correr y moverse como un atleta.

La cabeza es muy ancha y denota fuerza. Lo mismo le pasa a la mandíbula, algo a lo que contribuyen sus mejillas, puesto que son abultadas y parecen musculadas.

Para completar su expresión tan particular, los ojos están bajos y muy separados, lo que hace que su cara sea irrepetible y exprese bondad, a pesar de que vemos que es un perro muy fuerte.

Las orejas están colocadas altas y suelen tener forma de rosa. Hace años se cortaban, lo que le daba al perro un aspecto más agresivo cuando las levantaba. Hoy eso está prohibido.

En el cuerpo destacan los músculos, con una espalda muy corta. El pecho es ancho, con una musculatura que suele estar bastante marcada.

Su cola es gruesa en la base y se va haciendo más fina. Como pasa con las orejas, ya no se corta en ningún caso.

Si nos fijamos en el pelo veremos que es lustroso, que brilla. Es muy corto y rígido, admitiéndose cualquier color o combinación de ellos.

Pesan entre 25 y 30 kilos, siendo su altura a la cruz de entre 43 y 48 cm, con machos y hembras muy similares en este aspecto.

Orígenes American Staffordshire terrier

Carácter del American Staffordshire

Aquí es donde entra la polémica, puesto que hay muchas opiniones. Pese a ello, lo cierto es que el American Staffordshire terrier es un perro curioso, amigable y alegre, confiado con todo el mundo.

Es extrovertido y sociable, lo que puede traernos más de un problema si somos los dueños de uno. Debido a la mala prensa que posee, la mayoría de las personas le tienen miedo y eso hará que se pongan alerta si ven a nuestro perro acercarse.

Dentro de casa es muy tranquilo y crea un fuerte vínculo con los miembros de su familia, en especial con los niños pequeños a los que idolatra.

Fuera es más activo, lo que muchas veces no se interpreta bien. Él únicamente busca divertirse, pero eso solo lo saben las personas que han podido disfrutar de la raza.

Educarlo bien es imprescindible

Un perro se comporta tal y como le han enseñado desde que es pequeño. De ahí la importancia de educar al American Staffordshire terrier, puesto que estamos ante un animal muy fuerte y con una mandíbula poderosa.

Hay que dejar la agresividad a un lado, pues con este perro no funciona. Por eso, nos vamos a valer del refuerzo positivo a la hora de educarlo, comenzando cuando tenga las vacunas y ya pueda salir a la calle.

Debe socializar con otros perros y con personas. Con los primeros tiene que aprender a jugar, entendiendo que no puede morder siempre que quiera y que cuando juega no debe hacer daño.

Después nos tocará la obediencia básica, la cual nos ayudará a mantenerlo seguro en todo momento. Este tipo de obediencia hay que repetirla hasta que la asimile, repasando las órdenes semanalmente.

Por la predisposición que tiene a aprender no tardará mucho en hacer lo que le pidamos. De hecho, incluso le vamos a poder enseñar algunos trucos.

 Cuidados

Comenzando por el pelo, en este aspecto el American Staffordshire terrier nos va a dar poco trabajo. Al ser liso y muy corto, lo único que hay que hacer es cepillarlo una o dos veces por semana.

Elegiremos para esta tarea un cepillo con las puntas blandas, que tengan alguna protección. De lo contrario, terminaremos por hacerle heridas en la piel, de manera que puede que la mejor idea sea peinarlo con una manopla de goma.

No acumula mucha suciedad, así que podemos espaciar los baños, aunque no nos lo pondrá complicado en este aspecto, puesto que se seca enseguida incluso en invierno.

Su carácter hace que se aburra bastante, así que si está demasiado tiempo solo no es raro que aparezca la conocida ansiedad por separación. Podemos evitarlo dejándole unos cuantos juguetes variados.

Entre ellos, uno de los mejores es el KONG. No lo va a romper y si lo rellenamos de comida pasará un buen rato intentando sacarla.

Sí que es más exigente con el ejercicio. Lo necesita tanto para mantener su físico como a la hora de tener una buena salud mental, aunque no es un perro que deba pasar todo el día corriendo. 

Se conformará con tres paseos de media hora cada uno, mejor si en el recorrido hay perros con los que pueda jugar.

Así, pese a que por su tamaño no es un buen candidato para vivir en un piso pequeño, podrá hacerlo sin problemas.

Alimentación del American Staffordshire terrier

La alimentación es muy importante en todas las razas, pero lo es aún más en el American Staffordshire terrier, puesto que si queremos que mantenga esa musculatura tan espectacular necesitará “combustible” para alimentarla.

Como ocurre con las personas que hacen musculación, para que los músculos crezcan y se mantengan se requiere proteína. Esta no es barata si es de calidad.

¿Qué quiere decir eso? Que necesita el mejor pienso que podamos comprarle, puesto que con los de supermercado engordará y perderá masa muscular.

Los ingredientes son los que marcan la calidad de un pienso

Si adquirimos un saco de pienso de un supermercado, el típico que encontramos de oferta cuando vamos a hacer la compra semanal, y leemos la etiqueta, nos daremos cuenta de por qué es tan barato.

Entre sus primeros ingredientes encontramos el trigo o el maíz, y después la carne de pollo en forma de subproductos. Eso significa que ahí ponen los picos, las patas y las plumas, algo que no es nada bueno a la hora de comer.

Por el contrario, en un pienso para perro de calidad, lo primero que vamos a ver es carne de pollo, ternera, cordero, etc., de consumo humano y de alta disponibilidad. Dicho de otro modo, el American Staffordshire terrier podrá obtener las proteínas de calidad que necesita.

Hay bastantes marcas en el mercado, pero siempre hay que tener eso en cuenta para no equivocarnos al escoger, limitando la compra a la comida de calidad. Dentro de esta podemos ir probando diferentes composiciones o marcas.

Al final, el que elige el pienso es el propio perro, ya que ese saco de una marca tan genial, que consigue que el perro del vecino tenga un pelo espectacular, puede hacer vomitar a nuestro perro.

Salud

Esta raza tiene una salud muy fuerte, pero hay algunas enfermedades que se pueden presentar con cierta frecuencia. Por eso, se recomienda hacer una visita al veterinario cada seis meses.

Demodicosis

Bajo este nombre tan extraño se esconde una enfermedad de la piel que suele afectar a la raza, y que de hecho es bastante frecuente. 

Se caracteriza por problemas en la piel como las escamas, el picor, la aparición de calvas o las pústulas, todo lo cual lo generan unos parásitos, por lo que hablamos de una enfermedad infecciosa.

El tratamiento puede combinar baños, con inyecciones y otros medicamentos. Es un poco pesado, pero bastante efectivo.

Displasia de cadera

Debido a su tamaño, el American Staffordshire terrier tiene riesgo de sufrir displasia. La displasia de caderas es una enfermedad que afecta a las patas traseras y a la cadera, cuando los huesos de estas no se “asientan” bien en el alojamiento que tienen en ambas caderas.

Es genética, de forma que la mejor manera de prevenirla es comprar un perro a un criador responsable, el cual pueda demostrar con radiografías que sus animales están libres de displasia.

Si el perro la desarrolla, la puede sufrir en diferentes grados, desde uno leve al más grave, en cuyo caso la única solución es que pase por el quirófano.

Afecciones de los ojos

Con los ojos también hay que llevar algo de cuidado. El primer problema son las cataratas, que irán apareciendo cuando el perro se hace mayor y que se notan debido a que el ojo está como tapado, gris.

Otro es la atrofia progresiva de retina y es más grave porque no tiene cura. Por eso, las revisiones son muy importantes, pues gracias a ellas se detecta esta enfermedad y la evolución se retrasa lo máximo posible.

Mediante la ingesta de antioxidantes y vitaminas se frena algo su avance, pero hemos de hacernos a la idea de que la ceguera no se puede evitar. Además, a veces causa problemas como la luxación del cristalino o el glaucoma, por lo que el perro debe pasar por el quirófano.

Desórdenes del desarrollo sexual

En ocasiones, la raza padece este tipo de problemas que se suelen manifestar con actitudes sexuales excesivas, lo cual no es agradable con un animal de esta fuerza y tamaño.

Aquí el tratamiento es sencillo y económico, pues bastará con esterilizar al perro en cuanto el veterinario nos dé el visto bueno.

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